
La idea del desarrollo internacional nos hace pensar en naciones industrializadas que ayudan a mejorar las condiciones de vida en el resto del mundo, ¿no? Sí, pero eso no es todo.
Hoy en día, proveer tiempo, dinero, know-how o servicios a personas necesitadas, es considerado prácticamente una señal de buena educación. Todos parecen estar haciéndolo. Revisando la página web de Devex puede ilustrar el alcance de lo que se ha convertido en un negocio multimillonario de desarrollo.
Varios gobiernos como el de Japón, Eslovaquia y la Comisión Europea han creado departamentos que se ocupan al desarrollo global y la ayuda humanitaria. Instituciones multilaterales como las Naciones Unidas o el Banco Mundial están promoviendo un desarrollo sostenible alrededor del mundo. Empresas que buscan crear una buena imagen pública y, sí, la expansión de mercados, están promoviendo iniciativas de "responsabilidad social empresarial." Organizaciones no-gubernamentales, think tanks y filántropos individuales están dando recursos o presentando propuestas para adjudicar contratos.
Según datos de la OECD, los Estados Unidos, Japón y Europa solos, gastan más de 100.000 millones de dólares cada año en ayuda oficial al desarrollo. Esto no incluye las iniciativas de ciudadanos privados y filántropos, organizaciones religiosas de caridad y ONGs como la Bill & Melinda Gates Foundation o la William J. Clinton Foundation. Tampoco están incluidas aquí las contribuciones de los nuevos gigantes de la ayuda internacional como China o India, u organizaciones Árabes como la organización no gubernamental Qatar Charity o el Fondo de Kuwait para el Desarrollo Económico Árabe (una corporación pública).
En el clima financiero de hoy en día, existe una demanda intacta de ayuda para el desarrollo-pero también un gran aumento en la competencia por donaciones, préstamos y contratos. Principalmente las fundaciones, las cuales tradicionalmente dependen de donaciones privadas, están luchando por mantenerse a flote, y muchas están buscando nuevas estrategias de financiamiento como el marketing en línea y el marketing viral. Las fundaciones también desarrollan redes de contactos en eventos como los European Development Days o la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Y ya que Australia y otros países están pasando a una política de "ayuda desligada" que permite a extranjeros presentar ofertas para licitaciones, las organizaciones están buscando oportunidades de financiamiento cada vez más lejos de sus fronteras.
¿Qué viene después? El presidente Barack Obama se ha comprometido a aumentar la ayuda internacional de los Estados Unidos y al mismo tiempo renovar el trabajo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la Millennium Challenge Corp. y el Departamento de Defensa, el cual ha estado implementando en los últimos años un creciente número de proyectos de desarrollo en el Medio Oriente y en África a través del controversial Comando de los Estados Unidos en África o Africom. Mientras tanto, organizaciones como IPDA están desarrollando estándares para la entrega de ayuda civil-militar.
Se espera un aumento en la demanda de profesionales calificados en el desarrollo ecológico sostenible y otros campos emergentes. Del mismo modo, interés en trabajos de desarrollo ha crecido y muchas universidades están agregando asignaturas o incluso licenciaturas en temas como ayuda humanitaria, salud global o microfinanzas.
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