La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR) es el sindicato de trabajadores sexuales de Argentina. Se encarga de defender sus derechos y velar por los intereses de trabajadores sexuales. Está afiliada a la Central de los Trabajadores Argentinos(CTA). Entre sus reivindicaciones se encuentra la despenalización del aborto. Ha sido criticada como proveedora de un discurso ideológico favorable a la trata de personas y el proxenetismo.
La organización se fundó e incorporó en marzo de 1995 a la Central de los Trabajadores Argentinos. La Embajada de Holanda en la ciudad de Buenos Aires contribuyó a la instalación de la oficina con la que cuenta actualmente el sindicato dentro del edificio de la CTA.
En el ámbito internacional, a partir del año 1997 y sobre la base de contactos con distintas organizaciones cercanas, se produjo la creación de la Red de Trabajadores Sexuales de Latinoamérica y el Caribe; en ella se articulan organizaciones y puntos focales de los distintos países del continente. Elena Reynaga, como representante de Ammar, preside esta red.
La acción de Ammar contribuyó a la derogación de los edictos policiales y la despenalización de la prostitución callejera en la ciudad de Buenos Aires por un breve período, hasta la reforma del artículo 71 del Código Contravencional el 4 de marzo de 1999, que volvió a sancionar la oferta de sexo en la vía pública en determinados casos.