Trabajos de desarrollo en Latinoamérica: Enfocándose en personal local y especialistas
Especialistas en banca, microfinanzas y microeconomía están en alta demanda en América Latina, una región que cada vez se inclina más hacia el ámbito corporativo.
By Andrew Wainer // 06 August 2009Los que estén pensando lanzarse a la búsqueda de una carrera profesional en Latinoamérica se enfrentan a un escenario desalentador. Teniendo en cuenta que la ayuda de los países desarrollados se concentra en África y el Oriente Medio, y que cada vez se contrata más y más personal local, la competencia por puestos de nivel principiante en la región es intensa. Pero existen caminos, viejos y nuevos, que conducen a puestos de trabajo. La habilidad de hablar español, tener experiencia como voluntario en el extranjero y una maestría o una titulación similar en relaciones internacionales o ciencias políticas, todavía pueden abrir puertas para los conectados, persistentes y talentosos. Pero aquellos con habilidades más especializadas, especialmente en negocios y economía, pueden estar en mejor posición para formar parte del escenario de desarrollo latinoamericano, el cual pone en evidencia cada vez más claramente sus tintes empresariales. ‘Siguiendo el dinero’ Una trayectoria profesional en banca, microfinanzas o economía es muy deseable para las organizaciones de desarrollo en Latinoamérica, tanto norteamericanas como europeas, según gerentes de programas y de selección de personal. “Definitivamente estamos buscando alguna experiencia en negocios,” dijo Carolien van Bremen, gerente de recursos humanos en Latinoamérica para SNV, la empresa social holandesa con sede en La Haya. El giro hacia los negocios y la economía quiere decir que la experiencia corporativa del candidato en campos tales como finanzas, tecnologías de la información, o estadísticas ahora es más útil que nunca en el mundo del desarrollo. Los proyectos de salud y educación todavía abundan en la región; pero los proyectos (y trabajos) de reforma de políticas fiscales, competitividad para exportaciones y planeamiento de fuerza laboral también abundan. Para estos puestos, es posible que un candidato resulte más deseable gracias a una titulación en negocios o leyes que gracias a tener experiencia como voluntario o una titulación en ciencias políticas o relaciones internacionales. Douglas McLean, gerente de prácticas de servicios financieros y de negocios para AI, una firma de desarrollo con sede en Washington, resaltó las habilidades técnicas de candidatos a puestos de principiantes y dijo que estas habilidades pueden ser más importantes para su empresa que tener experiencia en el extranjero. “Por lo general nos hemos enfocado en encontrar gente que pueda tener experiencia técnica en finanzas o a nivel de política financiera,” dijo McLean. “Si la gente tiene habilidades técnicas realmente fuertes, podemos darles la sensibilidad y el enfoque cultural y darles el apoyo para asegurarnos de que tengan éxito.” Para Acción, organización sin fines de lucro dedicada a las microfinanzas, tener una especialización en finanzas y conocimientos de economía es casi obligatorio. “Para la mayoría de los puestos se requiere experiencia en microfinanzas,” dijo Ivette Manrique, vicepresidente de Acción. “Estadísticas, entendimiento de sistemas de información gerencial, la gente con ese tipo de experiencia es importante.” De la misma manera, economía, negocios, banca e incluso seguros son algunas de las licenciaturas relevantes, dijo Manrique. “Habilidades muy especializadas,” enfatizó. Si estamos hablando de empezar una carrera, las habilidades especializadas pueden ser la diferencia entre obtener una oferta de trabajo y no obtener ninguna respuesta. Marcela Youle, una gerente de operaciones para la empresa Chemonics International de Washington, ha pasado por ambos casos. Youle, quien se unió a la empresa en el 2005 y apoya los programas de Chemonics en Perú, dijo que su experiencia en puestos especializados y su maestría más bien técnica fueron un factor decisivo para conseguir su trabajo actual luego de ser rechazada en varias ocasiones. Aunque creció en Perú, hablaba el español con fluidez y había tenido experiencias cortas de voluntariado en África, a Youle le resultó difícil entrar en el mundo del desarrollo después de obtener su titulación en el 2000. Ella regresó a la universidad de Georgetown después de varios años y recibió una maestría en comunicaciones y negocios internacionales. Su maestría en comunicaciones, más especializada, fue suficiente para que organizaciones de desarrollo la reconsiderasen como candidata y eventualmente le ofrecieran un trabajo. “Fue así como conseguí meterme,” dijo Youle. Para generalistas, las oportunidades continúan Aunque los gerentes de desarrollo latinoamericanos notaron una clara tendencia hacia un enfoque similar al de consultorías de negocios y una concentración en proyectos económicos, financieros y empresariales para el desarrollo en la región, las oportunidades clásicas en desarrollo persisten en Latinoamérica. La mayoría de expertos en desarrollo describieron una trayectoria profesional dual para trabajos de desarrollo. Aunque haya una demanda creciente de habilidades técnicas y de negocios, los generalistas todavía están en demanda para trabajos en campos tan variados como la salud, la educación o proyectos de prevención de violencia, señalaron. John Nittler, vicepresidente de Chemonics para Latinoamérica y el Caribe, dijo que hay un camino muy recorrido por generalistas y que lleva a conseguir un trabajo. “Aquí le va muy bien a la gente con distintas habilidades,” dijo Nittler, agregando que se espera que el personal recientemente contratado desempeñe una variedad de roles en su entrenamiento antes de pasar a cargos a nivel de gerentes de proyectos. Ya que Chemonics tiene un programa más formalizado para empleados de nivel principiante, ellos pueden contratar candidatos de tipo generalista y entrenarlos en las especialidades que se necesiten sobre la marcha. “Generalmente vienen primero a nuestra oficina principal por tres o cuatro años para luego irse a misiones de largo plazo como gerentes de operaciones o jefes de misión, o a veces para cubrir un rol técnico,” dijo Nittler. Aunque las misiones de Acción en el extranjero generalmente requieren experiencia y habilidades en microfinanzas, los candidatos sin posgrado pueden empezar en puestos de apoyo en los Estados Unidos. Algunos de los puestos de principiantes para generalistas son el de coordinador de eventos y formación, gerente de proyectos junior y puestos administrativos, dijo Manrique. “Estos puestos podrían ser para gente que acaba de titularse,” agregó. En DAI, el panorama para generalistas principiantes es similar. “Contratamos a gente con titulaciones en administración de proyectos,” dijo McLean. Esto abarca trabajos en recursos humanos, contabilidad, relaciones con proveedores y coordinación administrativa de proyectos. “Estas personas podrían quedarse y desarrollarse,” agregó. El trabajo de World Vision se enfoca en proyectos de desarrollo en sectores más tradicionales como la salud y la educación, y es más receptivo a candidatos principiantes con titulaciones de desarrollo internacional más clásicas, dijo John Hasse, director senior de integración y coordinación de programas para las operaciones de World Vision en América Latina. Hasse sostuvo que algunas de las herramientas más importantes que los candidatos necesitan son idiomas, experiencia en la región y pasión por América Latina. Agregó que los candidatos de nivel principiante típicamente tienen una licenciatura o una maestría y que por lo general han estudiado ciencias políticas, estudios latinoamericanos o relaciones internacionales. Dando el paso ganador En el mercado laboral de hoy, incluso los especialistas se enfrentan a una competencia feroz por trabajos de desarrollo en Latinoamérica. “Puede ser que reciba más de 100 solicitudes para un puesto de principiantes,” Hasse dijo. “Ellos tienen que pensar en qué los distingue de la persona que acaba de regresar de los Cuerpos de Paz en Guatemala.” Hasse tiene algunas sugerencias. “Conviene orientarse hacia obtener resultados, resultados tangibles. Ser específicos,” recomendó, agregando que los que estén en busca de trabajo deben ser audaces. “Relaciónese con gente; una gran parte del mundo del desarrollo se basa en relaciones. No tenga miedo de llamar a alguien y decir, ‘Solo quisiera hablar con usted.’” Esta metodología funcionó para el mismo Hasse, quien después de trabajar como voluntario en orfanatos en Haití y México, se hizo amigo del líder de una pequeña organización no gubernamental que terminó ofreciéndole un trabajo. Luego, Hasse trabajó con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional antes de unirse a World Vision hace unos tres años. Nittler, de Chemonics, resaltó que los candidatos interesados deberían investigar sobre la compañía y no ser tímidos a la hora de contactar con el personal de contacto. “Encuentre a alguien ahí que esté dispuesto a darle una entrevista informativa,” dijo Nittler. Yo personalmente hago una o dos por semana. Estamos bastante dispuestos a hablar con la gente.” Nittler dijo que él contrata a unos 10 asociados por año para la región de América Latina. Los recién titulados e interesados en trabajar con Acción deberían considerar hacer prácticas en la organización de microfinanzas o en grupos similares, sugirió Manrique. Las prácticas laborales “son muy valiosas para la organización y para el estudiante recién titulado,” dijo Manrique, agregando que Acción está ofreciendo cada vez más oportunidades de éstas. La organización en este momento ofrece de cinco a ocho puestos para practicantes en Boston. Además, Acción suele tener dos o tres practicantes en Washington cada semestre, y ocasionalmente ofrece prácticas en América Latina. Y conforme Acción se expande en Brasil, tener dominio del portugués puede ser más valioso para los que busquen prácticas y trabajos. Las consultorías de corto plazo pueden ser un camino para candidatos que busquen entrar a la organización, aunque más bien son un vehículo para profesionales de nivel intermedio en transición, dijo McLean, de DAI. “Los pondríamos en un proyecto y veríamos su desempeño,” dijo McLean. “Si se desempeñan bien, los pondríamos en una misión de largo plazo en América Latina. Si se desempeñan bien en la misión de largo plazo, entonces esta sería una persona a quien consideraríamos mantener como empleado corporativo.” Una creciente confianza en el personal local Agravando lo que para algunos es una parálisis en el flujo de la ayuda internacional para el desarrollo de Latinoamérica, la utilización de personal local para proyectos está en subida. “Vemos una tendencia cada vez más clara hacia la contratación de personal local,” dijo Nittler. Vemos que las misiones de USAID quieren solo peruanos para proyectos peruanos.” Youle hizo eco a la observación de su colega, destacando que ella era la única ciudadana norteamericana trabajando en un proyecto a largo plazo donde trabajaban 25 personas. Youle citó otro proyecto de Chemonics en Perú cuyo equipo de 220 miembros incluye a solo tres expatriados. SNV depende en gran medida de trabajadores locales, y su personal expatriado tiene un carácter particularmente internacional. Los locales representan un 80% del total del personal de SNV en sus siete oficinas en la región latinoamericana; los expatriados son naturales de Europa, Estados Unidos y países latinoamericanos. SNV recluta en universidades de Estados Unidos y otros países, y ha establecido alianzas con las siguientes instituciones: Harvard Kennedy School of Government y Cornell University, ambas en Estados Unidos; Universidad del Pacífico, en Perú; INCAE Business School, en Costa Rica; Universidad de Loja, en Ecuador; y Universidad de Aalborg, en Dinamarca. SNV realiza su trabajo en América Latina en inglés y en español. Un enfoque en Centroamérica y en los países andinos Las agencias de desarrollo trabajan en toda América Latina, desde México hasta Argentina. Pero evidencia anecdótica y datos de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico revelan dos regiones focales donde el trabajo de desarrollo se lleva a cabo: Centroamérica y los países andinos. Las estadísticas de la OECD indican que casi todos los mayores receptores de ayuda en Latinoamérica son parte de estas regiones. Los siguientes países latinoamericanos fueron los que recibieron más ayuda de naciones OECD: Nicaragua ($834 millones), Colombia ($731 millones), Haití ($701 millones), Bolivia ($476 millones), Honduras ($464 millones), y Guatemala ($450 millones). Además de ser los mayores receptores de proyectos de desarrollo, Centroamérica y la región andina son sede de las oficinas regionales de muchas organizaciones de desarrollo estadounidenses y europeas. Por ejemplo, SNV tiene base en Quito, Ecuador; World Vision en San José, Costa Rica; y Acción en Bogotá, Colombia. Pero las estadísticas de la OECD también corroboran las afirmaciones de los gerentes de proyectos latinoamericanos de que la región no es el foco principal del desarrollo internacional. En 2006-07, los miembros de la OCDE gastaron un 8.6 por ciento de sus presupuestos de ayuda internacional en Latinoamérica y el Caribe. España, país que tiene lazos históricos, culturales y comerciales con Latinoamérica, fue el que destinó el mayor porcentaje de su presupuesto de ayuda internacional para Latinoamérica - 42 por ciento. Canadá fue el segundo de lejos, con solo un poco menos del 16 por ciento, y Estados Unidos gastó casi el 11 por ciento de su presupuesto global de desarrollo en América Latina. En términos de cantidades específicas desembolsadas, España y Estados Unidos fueron los que desembolsaron la mayor cantidad de fondos en la región. Según la OCDE, Estados Unidos desembolsó casi $1.4 billones en fondos de desarrollo para la región en el 2007. España, por su parte, desembolsó $1.2 billones, sobretodo en sus ex colonias. Alemania ocupó el tercer lugar de lejos entre los que más dinero desembolsaron en Latinoamérica, gastando $474 millones en el 2007.
Los que estén pensando lanzarse a la búsqueda de una carrera profesional en Latinoamérica se enfrentan a un escenario desalentador. Teniendo en cuenta que la ayuda de los países desarrollados se concentra en África y el Oriente Medio, y que cada vez se contrata más y más personal local, la competencia por puestos de nivel principiante en la región es intensa.
Pero existen caminos, viejos y nuevos, que conducen a puestos de trabajo. La habilidad de hablar español, tener experiencia como voluntario en el extranjero y una maestría o una titulación similar en relaciones internacionales o ciencias políticas, todavía pueden abrir puertas para los conectados, persistentes y talentosos. Pero aquellos con habilidades más especializadas, especialmente en negocios y economía, pueden estar en mejor posición para formar parte del escenario de desarrollo latinoamericano, el cual pone en evidencia cada vez más claramente sus tintes empresariales.
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Andrew Wainer is director of policy research for Save the Children. He was formerly a senior immigration policy analyst at Bread for the World Institute, which provides policy analysis on hunger and strategies to end it. He has also worked as a journalist and social researcher in Latin America and the United States. Andrew’s research and journalism has appeared in the Los Angeles Times and the Wall Street Journal, among other publications. He holds a master’s degree in Latin American studies from UCLA and is fluent in Spanish and proficient in Portuguese.